
No podemos entender la cocina tailandesa sin nuestros arroces y sin nuestras salsas. Internacionalmente, una de las más conocidas es la sriracha, que combina su sabor dulce con el picante, consiguiendo que las recetas adquieran esos matices orientales que tanto nos gustan.
Se compone sobre todo de chiles maduros, y aunque se originó en nuestro país, esta delicia tailandesa se puede encontrar en todo el mundo. Su invención se la debemos a Thanom Chakkapak, una mujer que vivía en el distrito de Sri Racha (sí, lo habéis adivinado, buscarle nombre no fue difícil) y en menos de cuatro años desde su creación, se vendió la receta a una multinacional alimentaria que fue la encargada de inundar el mundo con ella.
Nos resulta curioso que algo tan nuestro, tan tailandés se haya convertido en un fenómeno igualable a la expansión del arroz thai y de hecho hay quien dice que en 2011 se buscó más en Google la palabra sriracha que la palabra tabasco. Ahí es nada.
Su receta no tiene mucho misterio y podéis elaborarla en casa sin mucho trabajo. Sus ingredientes son chile maduro, vinagre, ajo, azúcar y sal. Hemos visto que muchos occidentales la echáis sobre cualquier plato pero lo cierto es que nosotros preferimos tomarla con pescados, mariscos y verduras.
¿Ya sabéis qué vais a hacer para combinar la salsa picante? Nosotros te recomendamos nuestra receta de Khao pad pla kap pla-muk con pollo sustituyendo la salsa de guindilla por sriracha. ¡Deliciosa!
Imagen vía Idovermani en Flickr
Comparte con tus amigos esta receta